Para la salsa mezclamos la salsa picante junto con la mayonesa hasta que se integre y reservamos. En un bol añadimos la carne picada junto con el sazonador mexicano, una pizca de sal y pimienta. Mezclamos hasta integrar y separamos la carne formando 4 bolas.
En una sartén a fuego medio-alto, añadimos una bola de carne, colocamos una tortilla encima y la aplastamos con una espátula. Presionamos muy bien para que quede una capa fina.
Dejamos que se cocine durante unos 3-4 minutos o hasta que esté cocida la carne. Con la ayuda de una espátula, damos vuelta la tortilla, colocamos láminas de queso cheddar y un poco de queso rallado.
Tapamos la sartén para ayudar a que se fundan los quesos. Cuando los quesos estén fundidos retiramos de la sartén y terminamos con lechuga en tiras, pepinillos en rodajas, un poco de salsa y… ¡listo para disfrutar!
Estos tacos mexicanos son ideales para poder hacerlos con familia o amigos, para que cada cual se los sirva al gusto. En este tipo de eventos al más puro estilo buffet libre, lo podemos acompañar con fuentes de verdura, ya sea cocinada, en forma de ensalada, o cremas tipo gazpacho.
Es una elaboración densa a nivel calórico, por eso es importante usar raciones individuales no muy grandes junto con esa parte de verduras. Tenemos un hidrato de carbono por parte de las tortillas mexicanas, así como una fuente de proteínas amplia, tanto por la carne picada como por los diferentes tipos de queso. También podríamos añadir verduras a estos tacos.
Podemos usar tortillas sin gluten, para tener una receta apta para personas con celiaquía. Si queremos una versión vegana de esta receta, podemos usar, soja texturizada, tofu o alubias rojas, así como diferentes tipos de queso vegano.
El ingrediente principal de estos tacos es la carne picada. En este caso, es una mezcla de carne de vacuno y cerdo. Lo ideal en estas elaboraciones es usar partes magras con poco perfil graso. También es importante acompañarlas con una buena ración de verduras.
Ambas son carnes rojas, que nos aportan proteínas de alto valor biológico.
También tienen un aporte de grasas más elevado que las carnes blancas, por lo que se recomienda no consumirlas en exceso. También nos aporta vitaminas del grupo B y minerales como el hierro o magnesio.