Lavamos las papas negras y las cortamos longitudinalmente en mitades. Añadimos por encima el aceite, la ralladura de 1 limón y salpimentamos. Removemos e impregnamos bien las papas y las acomodamos bien sobre la bandeja una bandeja de horno con las paredes altas. Cortamos 1 limón en rodajas y lo disponemos sobre la capa de papas en la bandeja del horno.
En un bol aparte mezclamos el yogur, la ralladura de 1 limón, un puñado de perejil fresco picado, tomillo seco y ajo molido. Salpimentamos y mezclamos hasta obtener una crema homogénea. Eliminamos cualquier resto de plumas del pollo, lo secamos bien con un papel absorbente y untamos el yogur por todo el exterior del pollo.
Colocamos el pollo en la bandeja del horno sobre la capa de papas y el limón en rodajas. Al colocarlo, la pechuga tiene que mirar hacia abajo para que los líquidos de la cocción dejen la carne de la pechuga más jugosa.
Echamos el caldo de pollo en la base de la bandeja y horneamos a 180 ºC durante 1 hora y 20 minutos. Si durante ese tiempo de horneado vemos que alguna de las alitas se empieza a quemar, podemos tapar el pollo con papel de aluminio para evitar que se queme.
Pasado ese tiempo de cocción, sacamos la bandeja de horno y damos la vuelta al pollo de forma que la pechuga ahora quede mirando hacia arriba. Subimos el horno a 200 ºC y volvemos a hornear el pollo durante 30 minutos para que se tueste y se vea bien dorada la piel. Servimos el pollo marinado en yogur con la guarnición de papas negras asadas y limón y... ¡a disfrutar!