Salpimentamos los jamoncitos de pollo. En una cazuela con aceite de oliva, doramos todas las piezas por ambos lados y reservamos.
En la misma sartén, sofreímos el ajo junto con la cebolla. Añadimos los pimientos en trozos, las zanahorias en rodajas y las patatas en cubos.
Cocinamos el conjunto durante unos 5 minutos y vertemos el tomate frito, el caldo de pollo, el orégano y sal.
Llevamos a hervor y bajamos el fuego, mientras añadimos los jamoncitos de pollo junto con los guisantes. Dejamos cocer el conjunto durante unos 20 minutos y… ¡listo para disfrutar!
El pollo es uno de los alimentos estrella cuando queremos cocinar algo rápido, pero también es un alimento perfecto para platos más elaborados, hay vida más allá de la pechuga vuelta y vuelta y esta receta es una perfecta demostración. A nivel nutricional, el pollo y los guisantes nos aporta proteínas de calidad, junto con los hidratos por parte de las patatas, esto hace que sea un plato apto para personas con celiaquía. Al tener una buena ración de verduras, tenemos un plato completo para cualquier comida. Podríamos usar filetes de tofu o seitán, para tener una receta vegana.
El pollo es el ingrediente principal de esta receta. Es una de las opciones de proteína más consumidas a nivel mundial. Podemos cocinarla de infinidad de formas, y su sabor neutro nos da mucha versatilidad en infinidad de platos. Destaca por su aporte proteico, y una ración de grasa baja. Es importante retirar la piel una vez cocinada para que esa ración de grasa no sea mayor. También aporta vitaminas del grupo B como B6 y niacina, así como selenio y fósforo.