Disponemos los filetes de pechuga de pollo sobre una tabla de cocina y los salpimentamos.
A cada filete le colocamos encima media loncha de pata asada y un trozo de queso de cabra tierno ahumado.
Enrollamos cada filete de pechuga de pollo sobre sí mismo y lo pinchamos con varios palillos para evitar que se abran.
Para el rebozado, pasamos las pechugas de pollo rellenas por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado. Si deseamos un rebozado más grueso y crujiente podemos volver a pasarlas por huevo y por pan rallado.
Disponemos cada cordon bleu de pollo ya rebozado sobre una bandeja de horno y le echamos un poco de aceite de oliva. Podemos hacerlo utilizando aceite de oliva en spray o pintándolos con un pincel. Este paso es opcional, pero le dará un color más dorado a los cordon bleu una vez horneados.
Horneamos a 200ºC durante 20 minutos. Si pasado ese tiempo no tienen el color dorado deseado, los horneamos durante unos minutos más.
Reservamos mientras preparamos la salsa.
Echamos en una sartén un chorro de aceite de oliva y las setas. Salpimentamos y cocinamos durante 8 minutos. Una vez cocinadas, añadimos la nata y volvemos a cocinar durante 5 minutos hasta que la salsa espese.
A continuación, batimos para que quede una salsa cremosa y sin grumos.
Servimos una cama de la salsa en un plato o en una fuente para servir y el resto de la salsa la servimos en un bol o salsero aparte.
Quitamos los palillos a los cordon bleu y los troceamos en rodajas.
Servimos los cordon bleu sobre la salsa y decoramos con albahaca y con rodajas de limón.