Echamos una cucharada de aceite de oliva a una sartén o a una olla grande, pelamos y aplastamos los dientes de ajo y los ponemos enteros en la sartén.
Sacamos los codillos de cerdo y los ponemos en la sartén.
Marcamos a fuego fuerte los codillos de cerdo por ambos lados hasta que se vean dorados y una vez dorados, añadimos el zumo de la naranja y del pomelo, añadimos el caldo de pollo hasta cubrir los codillos de cerdo y, por último, las ramas de canela.
Hervimos y tapamos. Bajamos el fuego y cocinamos a fuego mínimo durante 2 horas y 30 minutos. Podemos ir dándole la vuelta a los codillos de vez en cuando para que el líquido vaya empapando la carne y no se pegue al fondo.
Una vez pasado ese tiempo, destapamos la sartén, subimos el fuego y añadimos 3 cucharadas de miel y dejamos reducir la salsa hasta que tenga textura espesa, como caramelo. Tardará aproximadamente 30 minutos. Podemos ir bañando los codillos con la salsa e ir dándoles la vuelta con frecuencia durante ese último cocinado.
Lavamos y cortamos las papas en gajos y las echamos a un bol grande. Añadimos el aceite de oliva, la miel, la canela y salpimentamos. Mezclamos y ponemos las papas sobre una bandeja de horno bien esparcidas por toda la superficie para que se cocinen homogéneamente.
Horneamos a 200ºC durante 25 minutos o hasta que las papas se vean tiernas y doradas.
Para las papas a la miel: