Picamos el ajo finito, la cebolla y el pimiento en dados pequeños. En una sartén con aceite de oliva, sofreímos y removemos las verduras hasta quedar la cebolla transparente.
Incorporamos la carne picada y dejamos cocinar a fuego medio hasta que la carne tome color. Añadimos el sazonador salsa, tomate triturado, las especias de chili con carne, una pizca de sal y removemos hasta integrar.
Dejamos cocinar a fuego suave durante 15 minutos, para que la salsa comience a espesar. Añadimos las alubias y el maíz escurridos y dejamos cocinar unos minutos.
Servimos en un cuenco bien caliente y añadimos el queso cheddar rallado para que se derrita con el calor residual. Sumamos una cucharada de crema agria, decoramos con unos nachos y… ¡listo para disfrutar!
La comida mejicana cada día tiene más adeptos, y con esta receta os damos una forma fácil de prepararla en casa.
A nivel nutricional, es un plato denso desde el punto de vista calórico, Tenemos un aporte de hidratos de carbono de las tortillas chips o nachos mejicanos, junto con el aporte de proteinas de calidad tanto de la carne picada como de los frijoles negros y el queso cheddar. Si no usáramos la carne, o la cambiáramos por soja texturizada, y cambiáramos el queso cheddar por queso vegano o levadura nutricional, tendríamos una receta vegana en la que no notaríamos la diferencia. Sería interesante acompañar este tipo de platos con una buena fuente de verduras, ya sea en el mismo plato, o en un entrante tipo verudras asadas, ensalada o un gazpacho, por ejemplo.
También podríamos usar nachos sin gluten, para tener una receta apta para personas con celiaquía. Sin olvidarnos de revisar las etiquetas para confirmar que no puedan contener trazas.
Información adicional sobre el ingrediente destacado:
La carne picada es el ingrediente por excelencia que se usa en este tipo de recetas. En este caso es una carne. En este caso, es una mezcla de carne de cerdo y vaca. A nivel nutricional, destacamos su aporte de proteinas de alto valor biológico. También aportan vitaminas del grupo B, zinco o fósforo.
Ambas son consideradas carnes rojas, que se diferencian de las carnes blancas por un mayor aporte de hierro, así como por su mayor aporte de grasa. Esto va en función del corte, pero hace que no deberíamos consumirlas de manera diaria. Podemos escoger cortes magros, retirando las partas grasas. Si vamos a usar carne picada, siempre será mejor pedirla en carnicería recién picada o picarla en casa, para elegir los mejores cortes y menos grasos.