Para la salsa, picamos el ajo y la cebolla en juliana y lo rehogamos en una sartén con aceite de oliva. Vertemos el vino blanco y dejamos evaporar el alcohol.
Añadimos el caldo de verduras, las almendras, una pizca de sal, pimienta y dejamos cocer durante 15 minutos.
Pasado el tiempo, trituramos el conjunto, pasamos por un tamiz y reservamos. En una sartén con aceite de oliva, freímos las albóndigas un par de minutos hasta dorar.
Disponemos la salsa en otra sartén, añadimos las albóndigas y dejamos cocer durante unos 10 minutos a fuego suave para que se terminen de hacer. Servimos en un plato, espolvoreamos con perejil y… ¡a disfrutar!
Las albóndigas son un plato clásico y muy socorrido en la gastronomía española, ya que podemos tener preparadas para varios días y aprovechar las sobras de guisos anteriores. Pueden ser un plato principal, siempre que las acompañemos de una ración de verduras. También podemos añadir algún hidrato, para tener un plato más denso a nivel calórico, pudiendo ser patatas, arroz o pasta, por ejemplo. Tenemos una ración de proteínas con parte de las albóndigas de cerdo. Podemos usar opciones veganas a partir de legumbres o soja texturizada, para tener una receta vegana. Recordemos que siempre que usemos alcohol para cocinar, no se recomienda el uso para público infantil y mujeres embarazadas.
Las albóndigas son uno de los platos clásicos de la gastronomía española. Se pueden hacer con infinidad de carnes, pero suelen ser a partir de carne de cerdo o ternera. Es común utilizar carnes de peor calidad en su elaboración para aprovechar partes de otros guisos. Es un tipo de carne roja, que aporta proteínas de calidad. Sabemos que las carnes rojas no son para un consumo diario por su aporte graso, esto depende del tipo de corte, que nos aportará una cantidad diferente. Siempre será mejor usar cortes magros y retirar las partes grasas visibles. También nos aporta vitaminas del grupo B y minerales como el hierro o magnesio.
Para las albóndigas
Para la salsa de almendras