Para el pollo mechado: en una sartén, marcamos las pechugas ligeramente por los dos lados a fuego fuerte con un poco de aceite de oliva. Bajamos el fuego, incorporamos las naranjas exprimidas y cocemos el conjunto durante 10 minutos.
Retiramos las pechugas, las desmigamos y volvemos a incorporarlas a la sartén. Salpimentamos y cocinamos hasta que se evapore el zumo y se tueste la carne. Reservamos.
Para los montaditos: cortamos la barra en rebanadas y las tostamos por los dos lados. Disponemos mostaza en la base y sobre ella un poco de pollo mechado.
Trituramos el queso feta, cortamos el tomate rama en pequeños dados y la lima en gajos pequeños. Decoramos los montaditos y… ¡a disfrutar
En este caso, las pechugas están fileteadas y por eso las cocemos durante tan poco tiempo en zumo de 2 naranjas. En caso de utilizar la pechuga entera, además de utilizar más zumo, tendremos que cocinarlas durante más tiempo: 30 minutos aproximadamente.
Como utilizamos este pollo que viene ya preparado con especias, no hace falta que lo aderecemos con muchas más, con sal y pimienta es suficiente. Pero si partimos de pollo sin especiar, recomendamos añadir comino, pimentón, curry… o las que más nos gusten para darle un sabor especial.
El zumo de naranja funciona fenomenal con las carnes para hacer platos exóticos y más cuando lo dejamos reducir y tostarse porque se concentran todos los sabores.
Nos hemos decantado por hacer los montadito con tostadas de pan pero quedan también muy ricos con tortitas de maíz fritas y crujientes. Os recomendamos probarlos.
Como acompañamiento podemos utilizar los ingredientes frescos que más nos gusten, pero eso sí, que sean frescos para que contrasten con la temperatura y sabor del pollo que está cocinado.
No hace falta ser un chef profesional en la cocina para hacer algún montadito que se salga de los tradicionales, con ingredientes sencillos y que a la vez tenga mucho sabor. Esta receta nos enseña que el pollo tiene más formas de cocinarlo que empanado o a la plancha.
Estos montaditos, nos pueden servir como un pequeño entrante en una comida o cena de picoteo, junto con una buenaración de verduras.
Podemos aprovechar que vamos a cocinar para hacer una cantidad mayor para otros momentos, podemos incluir ese pollo en ensaladas, para rellenar verduras o acompañar otros platos ya elaborados como arroz o pasta con verduras.
Siempre es mejor usar un pan integral para mejorar la calidad nutricional del plato, y si está etiquetado como sin gluten, será una receta apta para personas con celiaquía.
Para sustituir el pollo, y tener una opción vegana, podríamos usar soja texturizada, seitán, o incluso setas de cardo, aunque estas últimas sólo nos servirían para tener una textura diferente, no así para tener una opción de proteína equivalente.
Información sobre el ingrediente destacado:
El pollo es una de las carnes más utilizadas debido a su precio asequible y versatilidad y sabor neutro, que permite incluirla en infinidad de recetas.
Es una proteína de alto valor biológico y con poca cantidad de grasa, salvo las alitas si las consumimos con la piel, pero una vez cocinado, se puede retirar fácilmente. El pollo en general será carne magra si lo consumimos atendiendo a estas cuestiones, siendo una de las opciones más utilizadas dentro de los tipos de carnes.
En esta receta, se cocina el pollo en diferentes momentos, para primero marcarlo o sellarlo, y posteriormente conseguir que se ablande la carne, para poder desmigarla. Por último, se vuelve a cocinar, consiguiendo tiras algo crujientes, pero manteniendo la jugosidad en su interior. Como vemos, se pueden conseguir texturas y sabores diferentes con un mismo ingrediente variando un poco la forma de cocción, así como los alimentos y especias con las que los acompañemos.
Para el pollo mechado:
Para los montaditos:
