Para el sorbete, pelamos y cortamos la manzana en láminas. Exprimimos el zumo de lima y disponemos sobre la manzana. Congelamos durante al menos 4 horas. En una cazuela, colocamos el azúcar junto al agua y a fuego medio fundimos hasta formar un almíbar. Dejamos enfriar.
Una vez listos, trituramos el almíbar con las manzanas e introducimos la mezcla en la heladera previamente congelada y mantecamos durante 30 minutos o hasta que la mezcla tenga la consistencia que deseemos. Disponemos en una copa y decoramos con láminas de manzana.
Para el helado, trituramos las zanahorias quedándonos con la pulpa que procesamos en un vaso batidor junto con el zumo de naranja, la leche de coco y el sirope de ágave.
Enfriamos la mezcla en la nevera durante unas 4 horas. Disponemos el preparado en el vaso de la heladera y mantecamos durante unos 30 minutos. Congelamos durante 1 hora en un recipiente hermético para que gane consistencia. Disponemos bolas de helado en un bol, decoramos con zanahoria rallada y… ¡a disfrutar!
El recipiente de la heladera se debe congelar por al menos 24 horas, debido a que el bol tiene una doble pared que contiene un líquido refrigerante en su interior, lo que permite que mientras se manteca el helado a su vez se mantenga frío.
Es muy importante envolver en una bolsa el bol de la heladera mientras se encuentra en el congelador; esto evitará que se formen depósitos de hielo en sus paredes.
Es muy recomendable consumir los helados el mismo día de su preparación, ya que cada día que pasa en el congelador se endurece más. Si esto ocurriera, es aconsejable sacar el helado media hora antes de consumirlo.
Podemos experimentar con nuestra heladora y crear nuestras propias combinaciones de sabores realizados a partir de otras frutas y verduras de temporada de nuestra preferencia.
Llega el verano y una de las cosas que más nos apetece son los helados. Aquí tenemos unas ideas de helados a partir de frutas para poder hacerlos en casa.
El aporte de hidratos de carbono por parte de las manzanas, zanahorias y naranja son bajos, pero al añadir azúcar en las elaboraciones, aumentamos la densidad calórica. Sería ideal, desde el punto de vista nutricional, acostumbrar al paladar a tener menor cantidad de azúcar en este tipo de elaboraciones. Al ser helados a partir de agua, los que conocemos como de hielo y no mantecosos o cremosos, ese perfil calórico también será bajo.
Son recetas sencillas, para momentos puntuales, que podemos disfrutar en raciones individuales. Así mismo, son recetas veganas y aptas para personas con celiaquía.
Información adicional sobre el ingrediente destacado:
En estas recetas de helados, a nivel nutricional, tenemos un pequeño aporta calórico, ya que la base de la elaboración será el agua. Tenemos en este caso, algunas frutas como manzana y naranjas, así como una raíz como la zanahoria.
Son alimentos ricos en agua y fibra, con un aporte calórico bajo y sin una gran cantidad de hidratos de carbono. Siempre será mejor consumirlas enteras, pero esta es una buena forma de que los más pequeños de la casa se acostumbren a los sabores de algunas frutas mientras disfrutan de un producto ideal para el verano.
Para el sorbete de manzana:
Para el helado de zanahoria y naranja: