Para la salsa de manzana, cortamos la cebolla y la manzana en dados. Cocinamos en una sartén con aceite de oliva. Una vez dorado el conjunto, añadimos el vino y dejamos cocinar hasta que el alcohol se evapore. Añadimos pimienta, sal y agua. Cocinaremos unos minutos y trituramos el conjunto.
Para las albóndigas, en un bol bañamos la miga de pan en leche y la mezclamos con la burger meat, el jamón picado muy fino, el huevo batido, el comino, el perejil y la sal. Dejamos reposar unos minutos en frío y formamos las albóndigas.
En una sartén con aceite de oliva, doramos las albóndigas y añadimos la salsa de manzana para que se integre. Para acompañar las albóndigas, cortamos láminas finas de manzana y pintamos con salsa de soja y miel. En una sartén marcamos las láminas hasta que estén doradas.
Para el emplatado, colocamos las albóndigas con un poco de salsa en un plato, decoramos con perejil y disponemos las láminas de manzana en un lateral del plato y… ¡listo para disfrutar!
Las albóndigas son una de las elaboraciones más conocidas, en las que se pueden preparan a partir de otros guisos o recetas. Aquí tenemos una versión junto con una salsa diferente a partir de manzana.
Tenemos fuentes de proteínas de calidad, por parte tanto de la carne de pollo y pavo, la leche, el huevo y el jamón serrano. También tenemos los hidratos de carbono por parte del pan. También tenemos grasas saludables por parte del aceite de oliva.
Como vemos, es una receta densa a nivel calórico que puede servir como plato principal, siempre que lo acompañemos de una buena ración de verduras.
Podríamos usar un pan certificado sin gluten, para tener una receta apta para personas con celiaquía, aunque siempre recomendamos revisar las etiquetas para confirmar que ningún producto pueda contener trazas de gluten.
También podríamos hacer una versión vegana, sustituyendo el jamón, pavo y pollo por soja texturizada junto con tofu, tempeh o legumbres, así como usar una bebida vegetal en lugar de leche. Podríamos no usar el huevo añadiendo semillas de chía hidratadas para tener la misma textura.
Información adicional sobre el ingrediente destacado:
Aunque hoy en día tenemos versiones vegetarianas ya preparadas de casi todos los platos de origen animal, las albóndigas clásicas se preparan a partir de carne, generalmente de pollo, cerdo o ternera.
Aquí tenemos una versión que usa principalmente carne picada de pollo y pavo. A nivel nutricional, ambas carnes blancas aportan proteínas de alto valor biológico, junto con un contenido graso muy bajo. En cuanto al contenido de vitaminas y minerales, destacamos el aporte de B6, B12, B9, niacina, así como fósforo, potasio, zinc y selenio.
Son carnes que ofrecen mucha versatilidad en la cocina, por lo que son ideales para incluir en múltiples recetas y maridar con muchas variedades de sabores.
Para la salsa de manzana:
Para las albóndigas de pollo y pavo:
Para las láminas de manzana: