Abrimos las latas de piña, sacamos la piña de las latas y las troceamos. Reservamos el líquido para más adelante.
En un bol aparte, echamos la crema Ermol en un bol y la batimos con unas varillas para que adquiera consistencia de nata montada. Es recomendable que la nata esté fría para que se monte más fácilmente.
Agregamos al bol la leche condensada y volvemos a batir con las varillas.
A continuación, echamos al bol el líquido de 1 de las latas de piña y volvemos a batir. Reservamos la mezcla en el frigorífico hasta que vayamos a montar los vasitos.
Echamos el líquido de la segunda lata de piña en un plato hondo y en el líquido, remojamos los bocaditos de bizcocho, previamente troceados en 3 o 4 partes, para que sean fácilmente manejables con las manos y que quepan bien dentro de los vasitos cuando lo montemos.
Ahora es el turno de montar los vasitos de piña y nata. Empezamos sirviendo una primera capa en el fondo con la nata utilizando una manga pastelera.
Disponemos una capa con el bizcocho remojado en el jugo de piña por encima.
Agregamos una tercera capa con la piña troceada.
Cubrimos el vasito con más nata.
Finalizamos coronando cada vasito de piña y nata con una estrella de avellana y almendra.