Para la plancha de bizcocho, batimos los huevos con azúcar y la miel hasta que doblen su tamaño. Una vez que el batido quede espumoso, añadimos la harina tamizada y una pizca de sal. Mezclamos con suavidad.
Horneamos en una placa con papel vegetal a 180º durante 8 minutos. Desmoldamos, retiramos el papel y enrollamos sobre un paño. Reservamos.
Para el relleno, cortamos las fresas en pequeños trozos. Montamos con varillas la nata muy fría con el azúcar hasta que forme picos, añadimos las fresas y removemos suavemente.
Cubrimos la plancha de bizcocho con la nata y enrollamos dándole forma de cilindro. Para la decoración, trituramos el azúcar para obtener azúcar glacé y espolvoreamos sobre el tronco. Terminamos con unas fresas partidas por encima y… ¡a disfrutar!
Os traemos una receta diferente y especial para sorprender en estas fechas señaladas, porque el cariño también se puede expresar con comida. Tenemos un postre que, como la mayoría de la repostería, es denso a nivel calórico. Lo ideal es disfrutar de estas elaboraciones de manera menos frecuente y en porciones no muy grandes. Tenemos una receta con una fuente de hidratos de carbono por parte de la harina de trigo. También tenemos una ración importante de azúcar añadido, que siempre podemos intentar reducir aprovechando que las fresas le dan un sabor dulce a la elaboración. También tenemos proteína por parte de los huevos y la nata. Podemos usar una nata vegana, junto con harina de garbanzo diluida en agua para tener una versión vegana. En estas elaboraciones, es muy sencillo usar una harina sin gluten, ya que no modifica en exceso el sabor y tenemos así una receta apta para personas con celiaquía.
Aunque en esta receta, partimos de un bizcocho, podemos destacar las fresas por encima de las harinas. A nivel nutricional, nos aportan hidratos de carbono de absorción rápida, así como una ración interesante de fibra. Es importante tener claro que, aunque este azúcar se absorbe más rápido que los hidratos de carbono complejos, al estar unido a la matriz del producto, no se comporta igual que el azúcar libre o añadido de refrescos o procesados, por lo que no es perjudicial para la salud ni tenemos que tenerle miedo. Destacamos que son fuente de sustancias que llamamos polifenoles, beneficiosos para el organismo ya que ayudan en la función antioxidante, por lo que son muy interesantes para un consumo frecuente. También son fuente de vitaminas como la C.
Para la plancha de bizcocho:
Para el relleno:
Para la decoración: