Cortamos el calabacín en tiras finas, rehogamos ligeramente en una sartén con aceite y reservamos. En un bol, batimos los huevos junto a la sal, la pimienta negra y el ajo granulado.
En la sartén del calabacín, vertemos la mezcla de forma que cubra la superficie con una capa fina, cocinamos hasta cuajar la base, le damos la vuelta y retiramos del fuego.
Disponemos varias lonchas de queso de cabra y lacón, añadimos el calabacín reservado, cherrys en porciones, cebolla en dados pequeños y albahaca.
Cerramos, servimos en el plato que más nos guste, decoramos con albahaca y…¡listo para disfrutar!
En el mundo de las tortillas, existen una infinidad de combinaciones, ya que el huevo batido nos permite incluir tantas opciones como se nos puedan ocurrir. Aunque si es cierto que el producto estrella en este caso es la tortilla de patatas, aunque no vamos a entrar en la guerra de si debe llevar o no cebolla.
En este caso utilizamos una combinación distinta, aportándole un toque de sabor diferente. La tortilla, generalmente aporta una fuente de proteínas de alto valor biológico y, en esta receta, también tenemos fuentes de proteínas en el lacón y el queso. Como plato, puede ser un plato principal, siempre que lo acompañemos de una buena ración de verduras. También podemos acompañarlo de alguna ración de hidratos, y ahí la tortilla de patatas encaja perfectamente.
En principio, es una receta sin gluten, pero nunca está de más revisar las listas de los ingredientes para confirmar que sean sin gluten, sobre todo en productos que vengan envasados, ya que pueden existir una posible contaminación cruzada.
Información nutricional sobre el producto destacado:
En esta receta, podemos destacar el uso de un ingrediente principal como es el lacón. Se consigue mediante un proceso similar al jamón curado, aunque más corto en duración. También hay que tener presente, junto con su contenido en grasa, que es una carne ligeramente salada, cosas que tenemos que tener presentes a la hora de reducir su consumo. Esto nos sucede con las carnes procesadas, ya que sabemos que no son para un consumo frecuente. Aporta proteínas de alto valor biológico, así cómo calcio, fósforo, hierro y vitaminas del grupo B.
También podemos destacar el uso del queso en esta receta, para entre ambos darle un sabor distinto a esta tortilla. En esta ocasión, se utiliza un queso de cabra. Es un producto similar en composición a los quesos que se fabrican con leche de vaca. Podemos destacar que su contenido en grasas es algo menor, aunque en ambos casos hablamos de grasas saludables. Si es importante que un queso, cuanto más curado, mayor concentración tendrá de grasas y sal, algo que acabará influyendo en su ración de consumo. Aporta también proteínas de calidad, así como vitaminas A, D y K., junto con minerales cómo el calcio, potasio o hierro.