Cocemos los tortellini en agua con sal según las indicaciones del paquete hasta que queden aldentes. Los escurrimos bien.
Mientras se cuece la pasta, vertemos la salsa de tomate en una sartén a fuego medio durante 3 min removiendo ocasionalmente. Salpimentamos al gusto.
Añadimos los tortellini a la sartén. Removemos suavemente para que la salsa se impregne en la pasta.
Servimos los tortellini con un poco de queso.
A nivel nutricional, tenemos una fuente de hidratos por parte de los tortelloni, que además incluyen una pequeña ración de proteína en el relleno con ricotta. Para tener un plato completo, faltaría una buena ración de verduras, que podemos incluir cocinadas a modo de guarnición, o tener un primer plato, en forma de ensalada, gazpacho o crema de verduras. Podemos usar una pasta rellena certificada sin gluten, para tener una receta apta para personas con celiaquía. En este tipo de recetas, cambiar este ingrediente no varía en exceso el sabor, por lo que es muy sencillo tener una receta apta para todos los públicos sin tener que cocinar dos platos por separado.
La pasta, por su parte, es una fuente de hidratos de carbono, que, si usamos una versión integral, también nos aporta una buena ración de fibra. Esta pasta en concreto, al ir rellena, también nos aporta las proteínas de la ricotta, así como su ración de calcio, fósforo o potasio, que se unen a las vitaminas y minerales que aporta la pasta, como son vitamina A, B9, hierro y zinc.