Cocemos, durante 10 minutos, la pasta en agua con sal hasta que quede al dente (1-2 minutos menos de lo indicado en el paquete, ya que terminará de cocerse en el horno). Escurrimos y colocamos en la fuente de horno.
En una sartén grande, con un hilito de aceite de oliva, doramos el ajo picado y vertemos la salsa para que suelte todo su sabor durante unos 5 minutos.
Distribuimos bien la salsa sobre la pasta. Repartimos la mozzarella troceada por encima y añadimos el queso parmesano rallado por encima.
Precalentamos el horno a 200 °C. Horneamos la pasta durante 15 minutos, hasta que el queso esté derretido y gratinado. Sacamos del horno y dejamos reposar 2 minutos antes de servir.
INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE NUTRICIÓN: Si quieres cocinar pasta, pero hacerlo de una forma algo diferente, aquí os dejamos una de las recetas clásicas. A nivel nutricional, es una receta densa a nivel calórico, en la que los fusilli nos aportan una fuente de hidratos de carbono. También tenemos un aporte proteico por parte de los 2 tipos de queso, que también son, junto con el aceite de oliva, fuente de grasas saludables, sobre todo el queso parmigiano. Sería recomendable acompañar esta receta con una buena ración de verduras. Le puede ir bien una ensalada de primero, por ejemplo. Deberíamos usar una pasta sin gluten, o pasta a partir de arroz o maíz, para tener una receta apta para personas con celiaquía.
- Información adicional sobre el ingrediente destacado: El ingrediente de esta receta es un tipo de pasta, los fusilli, aunque solemos llamar espirales o hélices. Quizá es, junto con los macarrones, el tipo de pasta que más solemos utilizar. Este tipo de ingrediente, se elabora a partir de un tipo de harina. Es cada vez más común encontrar de diferentes tipos, tanto la clásica de trigo que se usa en esta receta, como de espelta, maíz o incluso legumbres cómo la lenteja. En función de esa base, tendrás propiedades u otras. En esta receta, la pasta es a partir de harina de trigo, por lo que aportará principalmente hidratos de carbono. Si usamos una versión integral, aumentaremos el aporte de fibra. Existen alternativas aptas para personas con celiaquía, como pasta de trigo sarraceno, maíz o arroz. También nos aportan una pequeña cantidad de proteína, junto con minerales cómo fósforo, selenio, y vitaminas como niacina (B3) o tiamina (B1)