No mentiríamos si dijéramos que la tarta de queso es uno de los postres más populares y más reconocidos alrededor del mundo. Hay evidencias de su existencia desde la Antigua Grecia, y ha ido evolucionando y expandiéndose generación tras generación. De hecho, han sido tantos los pueblos que la han adoptado que existen centenares de recetas distintas y únicas, combinando diferentes tipos de bases, de quesos y de toppings. La receta que nosotros te traemos es, quizás, una de las más populares, al más puro estilo neoyorquino: con galletas para la base -puedes usar la María Sondey- queso mascarpone Lovilio mezclado con leche y mermelada de fresa por encima. ¡Absolutamente irresistible!
Materiales:
Molde de tarta de 18cm de diámetro
Trituramos con ayuda de un procesador de alimentos las galletas con la mantequilla derretida.
Una vez trituradas, las disponemos en un molde de tarta con un poco de papel de hornear en la base.
Preparamos una crema de queso batiendo el mismo con la leche, el azúcar y la harina. Vertemos la mezcla sobre la base de galletas y horneamos durante 40 minutos a 200 ºC.
Desmoldamos, extendemos la mermelada de fresa sobre la tarta, decoramos con frambuesas frescas y… ¡a disfrutar!
El ingrediente clave en la receta de esta tarta es el queso. Este derivado lácteo es muy rico en proteínas de origen animal, en vitaminas del grupo B y en minerales como el fósforo, potasio y calcio. A diferencia de otros quesos más frescos, el queso Mascarpone posee un contenido alto de grasas y calorías.