Escurrimos los melocotones y reservamos el almíbar. Cortamos los melocotones en láminas gruesas para el relleno y una parte en láminas finas para la decoración. Reservamos.
Montamos la nata hasta formar picos junto con queso crema y ⅓ del almíbar de los melocotones reservado. Reservamos.
Cortamos el bizcocho por la mitad a lo largo y comenzamos con el montaje de la tarta bañando la base con un poco de almíbar. Disponemos las láminas gruesas de melocotón en la superficie y cubrimos con la nata montada.
Añadimos la segunda capa de bizcocho, bañamos también con almíbar y cubrimos con nata montada. Decoramos la superficie cubriendo una parte con láminas finas de melocotón y… ¡lista para disfrutar!
En esta receta tenemos una opción perfecta para hacer una tarta diferente para momentos especiales. Tenemos un aporte de hidratos por parte del bizcocho, así como del melocotón en almíbar. También tenemos una ración de proteína por parte del queso para untar. Este queso, junto con la nata, también nos aporta una fuente de grasas saludable. Esta receta, es densa a nivel calórico, pero podemos utilizarla para momentos ocasionales y con una porción no muy grande. Podríamos usar un bizcocho que no contenga gluten, para tener una receta apta para personas con celiaquía.
En esta receta el ingrediente principal es el melocotón. Es una fruta ideal para consumir de manera frecuente y, como el resto de frutas, verduras, vegetales y hortalizas, podría formar parte de la base de una alimentación saludable. Nos aporta hidratos de absorción rápida, así como una buena ración de fibra. También son fuente de vitamina C, así como potasio y carotenoides. En esta receta, usamos una alternativa en almíbar, en la que en su elaboración utilizamos una ración de azúcar añadido elevada, por lo que no sería la mejor forma de consumir frutas de manera frecuente, pero si puede servir para opciones esporádicas, al igual que recetas de repostería como esta tarta.