Esta receta de copa de helado, presentada en forma de panda, es ideal para preparar junto a tus peques. Te pueden ayudar a preparar la ensalada de frutas, a separar las galletas (la parte negra de la blanca) y a montar el postre final.
La parte de preparación de la masa y corte de las galletas quizás es la más complicada para ellos.
El helado y las galletas deben ser alimentos de consumo ocasional, con lo que este postre debe ser consumido en ocasiones puntuales; un día de fiesta, para una celebración especial… Es importante enseñar a los niños a diferenciar aquellos alimentos que deben estar presentes diariamente en su alimentación de los que pueden estar presentes, pero de manera ocasional.
Para la ensalada de frutas podéis elegir las variedades de fruta que más os gusten. Recomendamos poner la ensalada en la base de un bol, para facilitar el montaje de la receta.
Para hacer la cara del panda también podríamos usar un helado de vainilla o nata, o de algún color crema o blanquinoso.
Con la parte blanca de las galletas podemos untar una tostada o rodaja de pan o bien usarlo como frosting para un pastel de zanahoria.
En el momento de preparar la masa, en forma de bola, si es necesario podemos añadir un poco más de mantequilla, hasta conseguir una textura de masa con la que podamos hacer las posteriores galletas.
Separamos las galletas (la parte blanca de la negra). Con ayuda de una picadora trituramos la parte negra de las galletas y seguidamente la mezclamos con la mantequilla (a temperatura ambiente), hasta que quede todo bien integrado.
Hacemos una bola con la masa, la filmamos y guardamos en la nevera durante un mínimo de 45 minutos para que compacte. Dejamos reposar. Recuperamos la masa de la nevera y la estiramos con ayuda de un rodillo de cocina entre dos láminas de papel de horno. Con un cuchillo hacemos las diferentes formas redondas para las patitas, orejas y ojos del panda. Horneamos a 180 ºC durante 4-8 minutos. Dejamos enfriar para que endurezcan.
Pelamos las frutas y las cortamos a dados pequeños. Deshacemos el chocolate blanco fondant, por un lado, y el negro por otro. Con el blanco hacemos unos puntitos a algunas de las galletas, que nos servirán para hacer los ojos. Con el chocolate negro damos forma a la boca y nariz del panda. Dejamos enfriar el chocolate negro y el blanco en la nevera, para que endurezca.
En boles individuales ponemos una base de ensalada de frutas. Encima una bola de helado y finalmente colocamos los detalles al panda: patas, orejas, ojos, boca y nariz.
¡Disfruta de este delicioso postre, pensado para un día especial!