Cortamos la mantequilla en dados y la fundimos en una olla.
Partimos también el queso en porciones y lo vertemos a la olla anterior. Esperamos a que se derrita.
Cuando estén fundidos los dos ingredientes, incorporamos el brandy y dejamos reducir hasta que se evapore el alcohol.
Añadimos la nata, removemos el conjunto y cocinamos durante unos 10 minutos a fuego medio hasta que espese la salsa. Salpimentamos, servimos y… ¡a disfrutar!
La receta de salsa de queso no tiene por qué llevar mantequilla, pero le aporta un toque de sabor y una textura muy agradables al resultado final.
Es importante dejar reducir el brandy para que se evapore el alcohol y no nos quede una salsa excesivamente fuerte.
La nata nos ayuda a que la salsa tenga más cuerpo y una textura que nos facilite el salsear.
Esta receta se puede utilizar como patrón para cocinar salsas de otros quesos cremosos, como por ejemplo: camembert, gorgonzola, brie, queso de cabra…