45 min

Para el crujiente de queso: disponemos queso rallado en una sartén caliente y dejamos cocinar a fuego suave hasta que se funda y se dore ligeramente. Reservamos sobre papel de horno.
Para el risotto: vertemos agua en una olla y, una vez rompa a hervir, añadimos el preparado para risotto. Cocemos durante 12 minutos aproximadamente removiendo constantemente.
Una vez haya absorbido todo el agua, retiramos la cazuela del fuego y añadimos mantequilla en dados y queso parmesano rallado. Removemos hasta integrar.
Disponemos el risotto en el plato que más nos guste, decoramos con unas hebras de azafrán, crujientes de parmesano y… ¡listo para disfrutar!
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Para el crujiente de queso
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Para el risotto con azafrán:
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