En una sartén con aceite de oliva, salteamos el ajo picado y cuando empiece a tomar color añadimos la cebolla troceada y dejamos dorar el conjunto.
Cuando estén, incorporamos las espinacas y las salteamos hasta que estén secas. Vertemos el caldo de verduras en la sartén junto con el pimentón, el comino y una pizca de sal.
Removemos hasta integrar bien y dejamos que el caldo reduzca un poco. Mientras tanto, escurrimos los garbanzos y los incorporamos en la sartén.
Dejamos cocer durante unos 5 minutos aproximadamente. Retiramos del fuego, servimos en un cuenco y… ¡listo para disfrutar!
Aquí tenemos una receta perfecta para tener platos rápidos, saludables y muy sabrosos. Tenemos una ración de proteínas de calidad por parte de los garbanzos, que también son fuente de hidratos de carbono. También tenemos una ración de verduras, pero sería interesante añadir una ración mayor, ya sea en el propio plato, o un primer plato. Si queremos una receta más densa a nivel calórico, podemos añadir algún hidrato, como patata o arroz, por ejemplo. Es, a su vez, una receta vegana y apta para personas con celiaquía, sin necesidad de comprar alternativas sin gluten que pueden ser más caras.
El garbanzo es el alimento principal de esta receta. Como la mayoría de legumbres, tenemos un alimento que aportan proteínas de calidad, junto con hidratos de carbono y una ración de fibra. En los casos en los que esta fibra cueste digerir, y generen muchos gases, podemos triturarlos, en recetas como humus o falafel, para mejorar la digestibilidad. También aportan vitaminas cómo A, E, C y algunas del grupo B, así como hierro, potasio y calcio.