Disponemos dos bolas de sorbete de fresa y dos bolas de helado de vainilla en un film transparente. Las enrollamos, le damos forma de cilindro y las llevamos al congelador durante 1 hora.
Pelamos y cortamos las frutas en láminas finas y reservamos. En un bol amplio, batimos la nata hasta que comience a formar picos, añadimos el yogurt de vainilla y removemos hasta formar una crema homogénea.
Disponemos film transparente sobre un molde rectangular y añadimos las frutas, intercalándolas entre sí, para formar la decoración del postre. Vertemos un poco de la nata montada con yogur sobre el molde y hacemos un hueco en el medio para colocar el cilindro de helado.
Terminamos con el resto de la mezcla de nata y yogur, y alisamos bien la superficie. Congelamos durante unas 4 horas aproximadamente, desmoldamos el postre sobre una bandeja y… ¡listo para disfrutar!
Cuando más calor hace, más nos apetecen recetas frías, y más si pensamos en postres o elaboraciones dulces. Aquí tenemos una forma de incluir elaboraciones menos saludables como son los helados con una ración de fruta. Esto no hace que el consumo de los helados pueda ser más frecuente, pero sí ayuda a que podamos reducir su ración cuándo consumamos estos postres, y facilita el introducir fruta a los más pequeños de la casa. A nivel nutricional, las frutas nos aportan fibra, agua, así como una pequeña cantidad de hidratos de carbono de absorción rápida. También tenemos un aporte de proteínas por parte del yogur, así como grasas saludables de la nata y el mismo yogur. Esto, junto con el azúcar que aportan la tarrina de helado y el sorbete, hacen de esta una receta densa a nivel calórico.
En esta receta, podemos destacar el uso de las frutas como ingrediente principal. Las frutas son fundamentales en una alimentación saludable, porque nos aportan fibra, una buena dosis de hidratación, así como una ración de hidratos de carbono de absorción rápida, que no debemos confundir con el azúcar añadido de un producto o el que podamos añadir a cualquier elaboración, ya que se asimilan de manera diferente y siempre será mejor el consumo de frutas enteras. Las frutas que tenemos en esta receta, el mano, plátano, kiwi y naranja, destacan también por su aporte en vitaminas como A, E, C, vitaminas del grupo B, así como fósforo, potasio, magnesio y carotenos. Su aporte de fibra no es muy elevado, pero si es interesante dentro de una alimentación saludable donde las frutas, verduras, vegetales y hortalizas siempre están presentes.