Pollo con salsa de foie y alcachofa con Torta del Casar

Para darle un toque más personal al jugo cremoso de ave, podemos utilizar hígado fresco, cocinarlo con la leche y las especias que más nos gusten, triturarlo y colarlo.

Antes de emplatar, lo ideal es regenerar cada elemento del plato. Calentamos el roti en el microondas durante 2 minutos y el jugo de ave en el fuego volviendo a triturar para asegurar una textura lisa y suave.

A la hora de añadir el queso sobre las alcachofas lo ideal es que estén calientes para atemperar el queso sobre las mismas.

Si no nos gustan mucho las alcachofas podríamos sustituirlas por otro ingrediente como patatas confitadas o incluso champiñones al horno.

Este pollo al horno es una versión más de los miles que se pueden cocinar con este alimento. Su carne jugosa y de un sabor más o menos neutro, nos permite combinarla de diferentes modos y con muchos tipos de especias y sabores distintos.

Es importante tener claro que cualquier plato principal, siempre debe ir acompañado de una buena fuente de verduras, ya sea en un primero o dentro del mismo plato. Podríamos acompañar de unas verduras asadas que cocinemos a la par en el horno.

A nivel nutricional, en este plato tenemos una fuente de proteína de calidad en el pollo y el foie, así como los dos tipos de quesos y el jamón de los entrantes. Sabemos que esta última opción, al estar dentro de las carnes procesadas, no sería para un consumo diario o frecuente.

A priori, es una receta apta para personas con celiaquía, pero siempre insistimos en revisar los productos etiquetados para asegurarnos de que no contengan trazas de gluten. Para tener una receta vegana, podríamos elaborarla con seitán, tempeh o soja texturizada de grano grueso para tener una textura parecida. También podemos añadir algún queso vegano o tofu silken para sustituir los quesos.

Información nutricional sobre el producto destacado:

Dentro de las carnes de ave, el pollo es una de las más utilizadas. Esto se debe, en gran parte, a su precio asequible y a su versatilidad en la cocina, ya que su sabor neutro y textura nos permite incorporarlo a un sinfín de recetas. En España, las formas más comunes de consumirlo son a la plancha o rebozado, u horneado, tal y como vemos en esta receta.

A nivel nutricional, nos aporta una proteína de alto valor biológico, así como un contenido muy bajo en grasa, salvo las alitas si las consumimos con la piel. Una vez cocinadas, es fácil de retirar por lo que no nos afectaría en exceso. Aportan también vitaminas como b6 o niacina y de minerales como el fósforo y selenio.

Hemos visto que podemos utilizarlo en muchas recetas y que su sabor neutro nos permite acompañarlo de múltiples formas, pero siempre será mejor que vaya de la mano de una buena ración de verduras, así como utilizar especias en lugar de salas para darle un toque diferente de sabor.