Para la masa: Mezclamos el agua tibia junto con la levadura y removemos hasta que se disuelva. En un bol amplio añadimos unas 3/4 partes de la harina de fuerza, con una cuchara hacemos un hoyo en el centro y vertemos la levadura disuelta en agua.
Mezclamos con la cuchara integrando la mezcla. Añadimos el aceite de oliva, la sal y removemos hasta formar una mezcla pegajosa pero firme. En una encimera con harina, añadimos la masa y comenzamos a amasar, durante unos 10 minutos, incorporando de a poco la harina reservada.
Formamos una bola y en un bol con aceite de oliva dejamos reposar la masa tapada unos 40 minutos. Pasado el tiempo, partimos en dos la masa y la estiramos en forma redondeada sobre un papel de horno con harina. Disponemos un poco de salsa de tomate, el queso gouda por toda la superficie y el queso mezcla rallado por encima.
Añadimos el queso de cabra semicurado, unos trozos de queso azul y un poco de pimienta. Horneamos la pizza a 220º durante 15 minutos. Retiramos la pizza del horno, la terminamos con el queso fresco desmigado y… ¡a disfrutar!
Hay platos clásicos que por falta de tiempo o por no tener claro cómo se elaboran, decidimos comprarlos reparados, pero que podemos hacer de una manera sencilla y en familia. Aquí os dejamos la receta de una pizza, que podéis modificar los toppings según prefiráis. Tenemos una fuente de hidratos de carbono por parte de la harina de fuerza. Podríamos usar una harina sin gluten, para tener una receta apta para personas con celiaquía. También tenemos fuentes de proteínas por parte de los diferentes tipos de queso. En función del tipo, aportarán una ración mayor de grasas y sal, algo que tendremos que tener en cuenta a la hora de consumir una ración menor. Sería interesante incluir una ración de verduras, ya sea en la propia pizza, como en forma de acompañamiento, por ejemplo, una ensalada de primero. Podríamos usar una base diferente, con algún queso vegano, incluso tofu sedoso, para sustituir los quesos y tener una opción vegana.
En esta receta, aunque la base de la masa de pizza es la harina, destacamos los diferentes tipos de queso. Es un alimento que puede encontrar en diferentes composiciones, tanto fresco, semi curado o curado, nos da una gran versatilidad en la cocina. En esta receta tenemos varias versiones. A nivel nutricional, son fuentes de proteína, principalmente. También aportan minerales y vitaminas, destacando principalmente el calcio y vitaminas como A, D, así como vitaminas del grupo B como B2, B3, y B12. En función del tipo de queso, el aporte de grasas será mayor, así como el de sal, por lo que debemos tener raciones menores a mayor grado de maduración.
Para la masa de pizza
Para los toppings