Presentar los platos de manera original y divertida es clave cuando hablamos de alimentación infantil. Especialmente, si hay algún alimento que no les apetece comer. Si en casa el pescado cuesta un poquito, esta original receta de lenguado con guisantes puede ser la solución.
Este plato es ideal para una comida o una cena completa, ya que contiene los principales grupos de alimentos en la proporción correcta. La mitad del plato son vegetales, con los guisantes, las zanahorias y el tomate. Otro cuarto del plato contiene hidratos de carbono, gracias a las patatas. Y el otro cuarto contiene proteínas, en este caso, del pescado. El pescado también contiene minerales y vitaminas necesarios para el crecimiento. Se recomienda incluirlo un mínimo de 3 veces a la semana, alternando entre el pescado blanco y el azul.
Algunos niños pueden ser reticentes a comer pescado. A veces, esto ocurre porque los propios padres no suelen incluirlo en la alimentación habitual. Si preparamos un plato atractivo, y lo ofrecemos en formatos fáciles de comer, como los filetes sin espinas, ¡seguro que triunfa!
Si el lenguado es congelado, la noche anterior lo pondremos en la nevera para descongelar. Lavamos y pelamos las patatas y la zanahoria.
Cortamos las patatas en forma redondeada (haremos 4 circunferencias de más pequeña a más grande, están nos servirán para hacer el cuerpo de la mariposa). Hervimos las patatas en un cazo durante 10 minutos. Añadimos los guisantes y la zanahoria a palitos y lo dejamos 10 minutos más o hasta que esté todo bien cocido. Reservamos.
En una sartén con un poco de aceite de oliva virgen, cocinamos el filete de pescado blanco evitando que se rompa. Necesitamos que mantenga la forma, para hacer una decoración imitando las alas de una mariposa.
Es momento de montar el plato. Cortamos las patatas de manera que formen el cuerpo de la mariposa. Con el filete cortado por la mitad, hacemos las alas. Los guisantes servirán para dibujar un bonito prado, y también para los ojos. Los palitos de zanahoria serán las antenas, y el tallo de una preciosa flor hecha con el tomate. Para hacer la rosa, escaldamos el tomate y lo pelamos de tal forma que nos quede una tira formada por toda la piel. La enrollamos y ya tenemos lista nuestra rosa. Aliñamos con un chorrito de aceite de oliva, ¡y a disfrutar!
Para decorar