Para la tortilla de espinacas, picamos la cebolleta y en una sartén con aceite de oliva la rehogamos. Sumamos las espinacas picadas y cuando se reblandezcan añadimos los huevos batidos salpimentados con el queso brie en trozos. Cocinamos la tortilla hasta que cuaje de ambos lados.
Para la tortilla de zanahorias, en una sartén con aceite de oliva rehogamos la cebolla y cuando ablande añadimos la zanahoria rallada. Sumamos los huevos batidos con sal, pimentón y el queso cheddar en cuadros en pequeños trozos. Cocinamos hasta que cuaje de ambos lados.
Para la tortilla de patatas, en una sartén con abundante aceite sofreímos la patata laminada a fuego medio por 20 minutos. Retiramos escurriendo bien el aceite. En una sartén pochamos la cebolla picada. Mezclamos los huevos batidos junto con la patata, la cebolla y salpimentamos. Cocinamos hasta que cuaje de los dos lados.
Para montar el pastel, en una fuente de horno, colocamos la tortilla de patatas, seguida con la de zanahoria y la de espinacas. Decoramos con un poco de queso para gratinar por toda la superficie. Llevamos al horno a gratinar a 200ºC durante 10 minutos. Retiramos, pasamos a un plato y… ¡listo para disfrutar!
Las tortillas son una receta perfecta de aprovechamiento debido a que se pueden realizar con cualquier tipo de ingredientes que tenemos en casa, como sobras de verduras asadas o pochadas, de preparaciones como pisto, entre otros.
El pastel de tortillas es un plato en sí, pero si quisiéramos un acompañamiento lo mejor es una ensalada. Como el pastel es contundente puede ser una ensalada ligera, como de hojas verdes, de pepino o de tomate aliñado; opciones ideales para disfrutar en un picnic.
Otra opción para presentar el pastel de tortillas es con un relleno de queso crema entre las capas de tortillas y decorarlo en la superficie con un poco de queso y unos canónigos.
Esta receta es muy versátil y nos permite modificar ingredientes de las tortillas para hacerla más a nuestro gusto, como calabacín, brócoli, pimientos, setas, berenjenas, acelgas o cualquier otro ingrediente que nos apetezca.
En esta receta, tenemos 3 tipos diferentes de tortillas que podemos unir en un único plato en forma de pastel salado. Puede ser un plato ideal, siempre que lo acompañemos de una buena ración de verduras.
Tenemos, en todas las recetas, al huevo como fuente de proteínas, junto con las que aporten los diferentes quesos. Estos, también aportarán una parte grasa a la receta, que, junto con los hidratos de las patatas, harían una receta densa a nivel calórico.
No tenemos ningún ingrediente que tenga, en principio, gluten, aunque habría que revisar las etiquetas para descartar la existencia de trazas, y tener así una receta apta para personas con celiaquía.
Si mezclamos harina de garbanzo con agua, en lugar de usar huevo, podríamos tener una receta vegana. Aunque no debemos olvidar sustituir también los quesos, por opciones tipo tofu o levadura nutricional para tener esa textura gratinada en la superficie.
Información adicional sobre el ingrediente destacado:
El nexo común en esta receta, en la que tenemos 3 tipos de tortilla diferente, es el huevo. Es un alimento que nos permite incluirlo en una gran infinidad de recetas.
A nivel nutricional, es considerado un estándar de calidad proteica, por su composición de aminoácidos y su alta digestibilidad. Dicha proteína, la encontramos tanto en la clara como en la yema. En esta, también tenemos grasas cardiosaludables, por lo que no debemos de evitar su consumo por temor a que suban los niveles de colesterol.
También aporta vitaminas como A, D, E y del grupo B, junto con minerales como el calcio, selenio o yodo.
Para la tortilla de espinacas:
Para la tortilla de zanahorias:
Para la tortilla de patatas:
Para la decoración: