La merienda es esencial para equilibrar la ingesta a lo largo del día. Entre comida y cena hay muchas horas, así que los más pequeños necesitan esta dosis de energía a media tarde.
La fruta es una muy buena opción para las meriendas, y se puede complementar con bocadillos, algún lácteo, alguna opción de frutos secos…
Una vez a la semana podemos ofrecer una merienda dulce. Las preparaciones hechas en casa, con poco azúcar, son buenas opciones. Hoy te proponemos un pastel sin azúcar (endulzado con plátano y dátiles) y con un toque de frutos secos, que aportaran grasas cardiosaludables a la alimentación de tus pequeños.
Es un pastel fácil de preparar y con una textura muy blandita y suave. ¡Anímate a prepararlo junto a tus peques!
Con ayuda de un robot de cocina, trituramos las 3 yemas (guardamos las claras) con los dátiles (deshuesados), el plátano, el aceite de oliva y la leche. Añadimos la levadura y la harina y mezclamos bien con ayuda de unas varillas.
Montamos las 3 claras a punto de nieve con una pizca de sal. Añadimos las claras a la mezcla anterior y mezclamos con movimientos suaves y envolventes. Ponemos el pastel en un molde redondo de unos 25 cm de diámetro. Añadimos los piñones por encima y cocinamos a 180 ºC durante 25-30 minutos. Dejamos enfriar el pastel y lo desmoldamos.
Cortamos el pastel en forma de pulpo: hacemos una redonda (para la cara del pulpo) y 8 tiras (que serán las patas del pulpo).
Disponemos la cara y las patas en forma de pulpo y las untamos con un poco de mermelada de fresa. Con el queso crema hacemos dos puntitos en la cara, que serán la base de los ojos y en el centro colocamos un arándano. Finalmente, con un trocito pequeño de ciruela hacemos el detalle de la boca al pulpo.
¡Disfruta de este riquísimo pastel de piñones!