La palabra postre no tiene por que ser sinónimo de calórico. De hecho, hay un postre por excelencia que rompe con este prejuicio y que ha perdurado en los recetarios año tras año. Hablamos de la macedonia, una combinación de diferentes frutas cortadas y ligadas con un poquito de zumo de naranja u otros cítricos. Su popularidad viene dada, sobre todo, por la versatilidad que la caracteriza: puedes echarle cualquier fruta que tengas en la cocina, literalmente cualquiera. Nosotros hemos apostado por nectarina, pera, kiwi, cerezas y arándanos para conseguir una combinación única y deliciosa. Que nunca más te hagan escoger entre una sola fruta, ¡elígelas todas!
Cortamos la pera y la nectarina en dados.
Partimos el kiwi en medias lunas y las cerezas en mitades.
Juntamos los ingredientes anteriores en un bol y añadimos los arándanos. Exprimimos las naranjas y la lima, incorporamos el zumo a las frutas, removemos y dejamos macerar durante 1 hora aproximadamente.
Emplatamos en el recipiente que más nos guste, decoramos con hojas de hierbabuena y… ¡a disfrutar de este postre tan fresquito!
Esta receta de macedonia destaca por su gran variedad de fruta fresca. Entre las vitaminas más importantes que podemos encontrar en la mayoría de frutas, destacan la vitamina C, A y el betacaroteno. En cuanto a los minerales, abunda el potasio, imprescindible para mantener un sistema nervioso sano. Gracias a su contenido en fibra, nos aportan sensación de saciedad.