Con la llegada del otoño, las calabazas se vuelven protagonistas, en ocasiones de la decoración, pero sobre todo de la cocina. Aquí os traemos una receta con calabaza, ¡para sacar el máximo provecho de este fruto de temporada!
La calabaza contiene mucha cantidad de agua, contiene pocos hidratos de carbono y casi nada de grasas, con lo cual su aporte calórico es muy bajo. Es rica en fibras y vitaminas A, C y del grupo B. En cuanto a minerales se puede destacar el fósforo y el magnesio, ambos importantes para los huesos.
En una olla mediana agregamos el agua, el zumo de limón, el sirope o pasta de dátil y los trocitos de calabaza. Ponemos la olla a fuego medio 30 minutos para que la calabaza se vaya cociendo y deshaciendo poco a poco. Removemos.
Añadimos la gelatina y dejamos dos minutos removiendo para mezclar. Lo batimos para que quede una textura suave y dejamos enfriar.
Mientras, ponemos el horno a calentar a 200º. Estiramos la lámina de hojaldre y cortamos unos 24 círculos. Rellenamos cada círculo con un poco de mermelada en el centro de 12 círculos. En los otros 12 círculos dibujaremos una carita con un cuchillo fino.
Cerramos cada una de las porciones con las caritas que hemos realizado y pintamos con huevo batido los bordes por dentro, sellamos con el tenedor y acabamos de pintar con huevo el exterior. Después, los colocamos en una bandeja y horneamos 12 minutos a 200º hasta que se doren.
¡Y a disfrutar de estos exquisitos hojaldres de Halloween!