Lavamos la quinoa, la escurrimos y reservamos. Trituramos la chía con ayuda de un mortero.
Las mezclamos en un bol con los frutos secos, el sirope de agave y la canela.
Extendemos el conjunto en una bandeja con papel de hornear, horneamos a 175 ºC durante 20 minutos aproximadamente. Una vez cocinado, lo desmenuzamos.
Trituramos el chocolate, lo juntamos con los ingredientes anteriores y... ¡a disfrutar tomándolo solo, con leche, yogur, o con lo que más nos guste!
La quinoa es el principal ingrediente de este desayuno. Es un pseudocereal posee gran cantidad de beneficios para nuestro organismo gracias a su contenido rico en proteínas, hidratos de carbono complejos y grasas insaturadas, entre las que podemos destacar los ácidos omega 6 y 3. Contiene también gran cantidad de fibra, vitaminas y minerales. Además, no contiene gluten, así que es perfecta para aquellas personas que sean intolerantes.