Hervimos el brócoli en agua con una pizca de sal hasta que esté tierno durante unos 5-7 minutos. Lo escurrimos bien y lo trituramos con un procesador de alimentos hasta obtener una textura fina.
En un bol grande, combinamos el brócoli con el huevo y el pan rallado. Salpimentamos y mezclamos bien hasta formar una masa manejable.
Con las manos, damos forma redonda a las croquetas, situando los daditos de queso de 1cm aproximadamente en el centro. Las pasamos por pan rallado y huevo hasta que queden bien cubiertas.
Colocamos las croquetas en una bandeja de horno con papel. Las rociamos con un poco de aceite en spray y horneamos a 200 °C durante 20 minutos, dándoles la vuelta a la mitad del tiempo para que se doren de manera uniforme.