Separamos las claras y las yemas de los huevos. Disponemos las claras en un bol grande y las yemas aparte en otro bol grande.
Añadimos el yogur al bol con las yemas de huevo y batimos hasta que espuma ligeramente utilizando unas varillas eléctricas o manuales.
En un bol pequeño aparte, mezclamos la harina fina de maíz con la levadura en polvo y la añadimos tamizándolas al bol con las yemas y el yogur. Mezclamos para que se integren bien los ingredientes y no queden grumos.
Ahora, batimos las claras de huevo hasta conseguir el punto de nieve. Para ello, empezamos batiéndolas con unas varillas eléctricas y una vez que empiece a verse espuma blanca, le añadimos la pizca de sal y la mitad del azúcar. Volvemos a batir con las varillas eléctricas hasta que prácticamente se vean montadas. En ese momento, agregamos el azúcar restante y seguimos batiendo. El punto de montado de las claras de huevo será cuando al levantar las varillas, el merengue tenga picos suaves.
Una vez tenemos el merengue montado, agregamos una paletada de merengue al bol con las yemas, el yogur y la harina y mezclamos suavemente con movimientos envolventes, utilizando una paleta de silicona.
Cuando se integre la mezcla, volvemos a añadir otra paletada del merengue y mezclamos con cuidado para perder el mínimo aire posible. Repetimos hasta finalizar con todo el merengue restante bol.
Forramos un molde redondo de 20 cm con papel vegetal.
Vertemos la mezcla dentro del molde y le damos unos ligeros toques en la mesa para que se vayan las burbujas.
Horneamos a 150ºC durante 1 hora en la parte baja del horno. El horno debe estar caliente antes de introducir el bizcocho, por lo que es recomendable encenderlo justo al inicio de la preparación. A esta temperatura el bizcocho quedará con textura muy esponjosa y no se quemará por la superficie. No abrir la puerta del horno durante el horneado para evitar que se desmorone el interior del bizcocho.
Una vez pasado el tiempo de horneado, apagar el horno y dejar atemperar durante 10 minutos dentro del horno.
Sacamos el bizcocho del horno y lo desmoldamos.
Trituramos azúcar avainillado en la batidora o picadora para convertirla en polvo, similar al azúcar glass.
Finalizamos decorando el bizcocho nube con el azúcar avainillado espolvoreado por encima y con los fresones cortados por la mitad.