Para el wok de vegetal: en una sartén con aceite de oliva, doramos ligeramente el tofu y el rulo vegetal cortados en dados pequeños.
Cortamos la cebolla, el pimiento rojo y el pimiento amarillo en juliana, y los añadimos a la sartén anterior. Disponemos los espárragos en porciones, los anacardos y salteamos el conjunto hasta que las verduras queden tiernas. Reservamos.
Para la salsa de jengibre: en una sartén amplia, añadimos la bebida de avena, el jengibre, la salsa de soja, el vinagre, el sirope de agave y la harina fina de maíz. Mezclamos el conjunto con una varilla hasta que quede una salsa homogénea.
Agregamos la salsa de jengibre al wok reservado y mezclamos bien el conjunto. Disponemos en el plato que más nos guste y...¡listo para disfrutar!
Doramos el tofu y el rulo vegetal para aportarles un sabor a tostado y marcarlos un poco. Con esto conseguimos que sean más crujientes y sabrosos.
La varilla nos ayuda a disolver sustancias con el fin de homogeneizar, es decir, a disolver la harina fina de maíz sobre el resto de ingredientes de wok. Con esto conseguiremos una salsa más lisa y suave.
La harina fina de maíz nos ayuda a espesar el conjunto. Si deseamos una salsa más espesa, agregaremos una cucharada más. Si por el contrario, deseamos una salsa más ligera nos valdría con suprimir ese ingrediente.
La salsa que acompaña nuestro wok tiene infinidad de versiones con tan solo cambiar la especia que usemos: podríamos usar comino, pimentón dulce, ajo en polvo o incluso cúrcuma. Muchas opciones que nos acompañarán en sus versiones.
Una manera de mezclar el conjunto con la salsa es saltearlo, para ello cocinaremos el alimento a fuego alto, durante poco tiempo, mientras este se mantiene en constante movimiento.
El wok es una de esas elaboraciones sencillas, rápidas y muy sabrosas que nos permite combinar infinidad de verduras, vegetales y opciones diferentes de proteínas. Es una elaboración característica por el tipo de sartén, redonda y profunda. Destaca por usarse para saltear los ingredientes con un movimiento constante.
En esta receta, tenemos una buena ración de verduras, aunque podríamos aumentarla o incluir una mayor variedad. Tanto con las verduras como con los vegetales, siempre hablamos de mínimos, podemos poner más sin ningún problema. Junto con estas, tenemos una ración de proteínas de calidad, como es el tofu. También tenemos grasas saludables por parte de los anacardos, que le darán un toque de sabor a esta receta.
A priori, al usar una harina de maíz en la elaboración de la salsa, y no contener en sí mismo gluten, esta receta sería apta para personas con celiaquía, pero deberíamos revisar la lista de los ingredientes para confirmar que no contenga trazas de gluten. Es una receta vegana que nos puede servir para personas omnívoras que quieran descubrir alimentos nuevos. Las opciones veganas no son sólo para personas veganas y esta receta es una forma fácil de poder consumirlas por aquellas personas que quieran reducir su consumo de carne o, simplemente, probar platos nuevos.
Información nutricional sobre el ingrediente destacado: El tofu es un alimento que proviene de la tradición culinaria China. En la actualidad es un producto muy conocido, sobre todo debido al auge de la alimentación vegetariana y vegana en la población occidental. Es un derivado de la soja que se elabora parecido al queso, coagulando el extracto o lo que podríamos llamar leche de soja y prensando el cuajo obtenido.
Este derivado de la soja, es una fuente de proteínas de calidad y completa, así como de hierro, fósforo o magnesio. También aporta vitaminas del grupo B.
Podemos saltearlo, freírlo, tostarlo, asarlo o incluirlo en recetas como croquetas, guisos o incluso postres. Al tener un sabor muy neutro y una textura esponjosa, es ideal para absorber aromas en cualquier elaboración. Existen varios tipos de tofu, en función de su textura. Podemos encontrarlo firme, el más frecuente, pero también el tofu sedoso o silken, así como el tofu aromatizado o ahumado.
También puede servir para sustituir al huevo en recetas en las que se use para mezclar los ingredientes, como por ejemplo en croquetas o hamburguesas vegetales caseras, o machacándose para imitar un revuelto con verduras.
También podemos destacar el jengibre en esta receta, ya que aporta una gran cantidad de sabor en la salsa. Esta planta, es conocida porque su tallo nos aporta un aroma y sabor picante muy característico. Destaca en ser rico en potasio, fósforo, hierro y magnesio, así cómo por contener sustancias con efectos antioxidantes.
Para el wok vegetal
Para la salsa de jengibre