Para el crujiente de jamón, colocamos sobre papel de cocina y sobre este las lonchas de jamón.Tapamos con otra hoja de papel y llevamos al microondas durante 1 minuto. Dejamos enfriar el jamón hasta que quede crujiente y lo picamos.
Para el papillote, cortamos la zanahoria y el pimiento en tiras muy finas. Picamos el puerro en láminas finas y cortamos el calabacín en pequeños trozos. Picamos el ajo en pequeños trozos. Cortamos los ramilletes de brócoli del mismo tamaño.
Salpimentamos los filetes de trucha. Cortamos rectángulos de papel de horno del tamaño que quepa el filet. En una bandeja de horno con el papel, añadimos aceite de oliva, la mitad de las verduras y salpimentamos.
Agregamos la trucha junto con un hilo de aceite. Envolvemos los filetes, cerrando el papel de horno y enrollando los bordes. Repetimos el procedimiento con el otro filete. Llevamos la bandeja al horno precalentado a 190ºC durante 18 minutos.
Retiramos la bandeja, abrimos el paquete y servimos la trucha con verduras en un plato. Decoramos con crujiente de jamón serrano sobre la trucha, perejil sobre las verduras y… ¡listo para disfrutar!
- El papillote es una técnica de cocción saludable ya que conserva todas las propiedades y vitaminas de los alimentos. Al usar mínimas cantidades de aceite o grasas, obtenemos un plato ligero, bajo en calorías y de fácil digestión. - Esta técnica de cocción potencia el sabor del plato, debido a que los jugos de los ingredientes se retienen en la envoltura, conservando así todo su aroma y esencia. - Antes de meter el papillote en el horno, es importante asegurarse de que esté bien cerrado. Así, el vapor circula dentro del paquete, sin escapar al exterior. - La clave para que los ingredientes del papillote queden en su punto, es esencial que tengan tiempos de cocción similares. Es crucial cortarlos de tamaño uniforme, evitando trozos demasiado grandes o gruesos.
Cuando decimos que comer saludable no está reñido como cocinar rápido y sencillo lo decimos por recetas como esta. Además, ya que usamos el horno, podemos cocinar más ración o más verduras para tener listas para otros platos y así aprovechar el tiempo de cocción para adelantar trabajo de la semana. No se trata de cocinar mucho, sino de ser más eficientes en la cocina. Tenemos un aporte proteico por parte de la trucha y el jamón serrano. También tenemos una buena ración de verduras, lo que hace de esta receta un plato principal perfecto. Si queremos tener un plato más denso, podemos acompañarlo de fuentes de hidratos de carbono. Podríamos, por ejemplo, añadir patata o boniato al horno y completar así el plato. Es una receta apta para personas con celiaquía, ya que ningún ingrediente contiene gluten en su matriz, aunque nunca está de más revisar las etiquetas para confirmar que no existen posibles trazas.
La trucha es el ingrediente principal de esta receta. Puede que nos recuerde en color y sabor al salmón, esto es porque pertenecen a una subfamilia de los denominados salmónidos. También aporta proteínas de calidad como el resto de pescados azules, pero destaca por ser el pescado azul menos grasos, aunque también contiene omega 3. Es rico en vitaminas del grupo B, así como en selenio, fósforo, potasio o magnesio. Se suele consumir en escabeche, al horno o ahumada, aunque también a la plancha o a la navarra, elaboración en la que también se usa jamón serrano, como en esta receta.