Los platos de sopa son una receta estrella entre los niños. Suelen gustarles mucho y resultan una forma perfecta para ofrecer un plato completo y saludable. Prepararlos en casa es fácil, y aunque necesitan bastante tiempo de cocción, no requieren estar demasiado pendientes de ellos.
Podemos hacer caldos de pollo, de carne, de pescado… y alternarlos en los menús de casa, combinándolos con pasta, arroz, legumbres y/o verduras.
Además de añadir alguna opción rica en hidratos de carbono, también podemos añadir alguna opción proteica; trocitos de pescado, de carne (tiras de pollo, albóndigas pequeñas, trocitos de ternera, del propio caldo de carne…) o incluso un huevo, y cocinarlo en el propio caldo.
Hoy te explicamos como preparar un caldo de pollo de una forma fácil y con pocos ingredientes. Te sugerimos que cocines caldo en gran cantidad, para poder tener raciones extras para otros días. Puedes congelarlo o bien utilizarlo en un máximo de 3-4 días, una vez colado y guardado en la nevera.
Pelamos las verduras y las cortamos a trozos medianos. En una olla ponemos un poco de aceite y marcamos el pollo junto con las verduras durante 5 minutos.
Añadimos agua (un poco más de a cubrir) y un poco de sal. Tapamos y cocinamos durante 2 horas.
Colamos el caldo y retiramos los huesos y las verduras.
Hervimos los fideos en el caldo, el tiempo que se indique en el envase y servimos la sopa.
¡Disfruta de este delicioso plato caliente, ideal para un día de frío!