Picamos la cebolla y el pimiento en pequeños trozos. En una sartén con aceite de oliva, pochamos los ingredientes con una pizca de sal.
Mientras tanto, pelamos y cortamos el aguacate y lo disponemos en el vaso para batir junto con la cebolla y el pimiento pochados.
Añadimos el caldo, la leche de coco, una pizca de sal y pimienta. Trituramos hasta obtener la sopa y reservamos en frío durante una hora o hasta que esté fresca.
Pasado el tiempo, disponemos la sopa en un cuenco, decoramos con unos cubos de sandía por encima y… ¡a disfrutar!
Llega el calor y lo que más nos apetecen son elaboraciones fresquitas. Quizá lo primero que se nos venga a la cabeza sea un gazpacho, pero aquí os traemos una sopa ideal para esas ocasiones. Tenemos una fuente de grasas saludables, tanto por parte del aguacate cómo del aceite de oliva virgen extra y de la leche de coco, que también aporta una pequeña ración de hidratos de carbono. Es un plato ideal para usar cómo entrante o incluso aperitivo, que además es una receta vegana y apta para personas con celiaquía.
En esta receta, destaca el aguacate cómo ingrediente principal. Aunque lo asociemos a una verdura, es en realidad un fruto, pero por su sabor y textura, se suele utilizar más en ensaladas o tostadas. A nivel nutricional, destaca por su contenido en grasas saludables, así como una pequeña porción de proteína e hidratos. Es fuente de fibra, potasio, magnesio, calcio y hierro, junto con vitaminas A, C y E. Es una opción ideal para un consumo de grasas saludables, junto con el aceite de oliva virgen extra o los frutos secos.