Partimos el calabacín en trozos y picamos la cebolla y el ajo. En una sartén con aceite de oliva, sofreímos las verduras durante unos 5 minutos.
Pasado ese tiempo, añadimos el bacon, una pizca de sal y pimienta. Cocemos un par de minutos y retiramos del fuego.
En un bol, vertemos los huevos, una pizca de sal y mezclamos bien. Incorporamos el queso cheddar rallado, el sofrito de calabacín y removemos hasta integrar. Preparamos un molde rectangular con papel de horno.
Disponemos la mezcla en el molde y horneamos a 180ºC durante unos 45 minutos o hasta que clavemos un palillo en el centro y salga limpio. Retiramos, dejamos enfriar unos 10 minutos antes de desmoldar y… ¡a disfrutar!
Tenemos muchas versiones de pasteles que no son dulces, destacando el pastel de carne murciano. Aquí, os traemos una idea con base de calabacín. Al usar calabacín en lugar de alguna harina, reducimos la densidad calórica del plato al no incluir hidratos de carbono. Esto hace que sea una receta apta para personas con celiaquía, aunque siempre recomendamos revisar las etiquetas para confirmar que no contengan trazas de gluten. Tenemos una ración de proteínas por parte de los huevos, el queso y el bacón. Podríamos usar soja texturizada, quesos veganos y harina de garbanzo diluida en agua para tener una versión vegana.
En esta receta destacamos principalmente el calabacín. Es un alimento muy utilizado en la gastronomía, que puede acompañar muchos tipos de recetas. Podemos saltearlos, hornearlos, hacerlos rellenos, o incluirlos con otras verduras en muchos tipos de recetas. Es una de esas verduras que forma parte de los básicos en la lista de la compra de la mayoría de los hogares. Como la mayoría de las verduras, es muy rica en agua, y aporta una ración muy pequeña de hidratos de carbono. Es rico en vitamina C y A, y aporta pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B como B9. También aporta minerales como fósforo, magnesio y calcio.