Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas finas. Picamos una cebolla en juliana y el ajo en láminas.
En una bandeja de horno, colocamos las patatas junto con la cebolla y el ajo. Añadimos un poco de aceite, sal, pimienta negra y el vino blanco.
Horneamos a 180ºC durante unos 40 minutos. Pasado ese tiempo, colocamos los filetes de merluza salpimentados sobre las patatas y vertemos un hilo de aceite de oliva. Horneamos otros 10 a 12 minutos.
Retiramos la bandeja del horno, terminamos con un poco de perejil picado sobre la merluza y… ¡listo para disfrutar!
Cuando pensamos en aprovechar para cocinar para varios días, cocinar al horno es una buena estrategia, y esta receta de merluza al horno es ideal para cocinar grandes raciones o dejarnos platos listos en la nevera. También podemos aprovechar para hornear verduras para otros platos. A nivel nutricional, tenemos una fuente de proteínas de calidad por parte de la merluza. Podríamos usar un bloque de tofu envuelto en alga nori, para tener un sabor y textura parecidos y tener así una receta vegana. También tenemos una fuente de hidratos de carbono por parte de las patatas. Si acompañamos este plato de una buena ración de verduras, ya sean horneadas con el mismo plato, o un entrante o primer plato a modo de crema o ensalada, tenemos una comida principal perfecta para cualquier comida o cena. A priori, no tenemos ingredientes que puedan contener gluten, por lo que tenemos una receta apta para personas con celiaquía. Lo único que deberíamos revisar son aquellas especias que vayamos a usar, ya que algunas sí pueden contener trazas.
La merluza, es uno de esos alimentos clásico de nuestra gastronomía, que podemos encontrar en los platos tradicionales propios de regiones costeras. Es un pescado de sabor neutro y al que podemos retirar las espinas con facilidad, lo que facilita que podamos incluirlo en infinidad de guisos o elaboraciones, y lo hace ideal para los más pequeños de la casa. A nivel nutricional, destacar por ser una proteína de alto valor biológico, así como ser fuente de vitaminas como B12, niacina, o minerales como fósforo, potasio o selenio. Su aporte de ácidos grasos es bajo, pero destacan por ser principalmente omega 3. Es una opción ideal para incluir cómo fuente de proteína en la alimentación de personas omnívoras de manera frecuente, junto con otros pescados blancos, pescados azules, así como huevos, carnes magras y legumbres.