Para la salsa tártara: cocemos un huevo, lo pelamos y lo picamos bien fino junto con alcaparras, pepinillos y cebolla. Mezclamos todo junto con mayonesa, mostaza, perejil y sal y reservamos en un recipiente.
Para la salsa picante: mezclamos salsa picante con aceite, zumo de limón, orégano, pimentón y sal. Reservamos en un bol.
Para la salsa de soja y miel: exprimimos el zumo de la naranja y lo mezclamos con miel y salsa de soja hasta que se integre bien. Reservamos.
Para los langostinos: en una sartén con aceite, salteamos un diente de ajo picado y langostinos hasta atemperar. Servimos el plato que más nos guste junto con las tres salsas reservadas y… ¡listos para disfrutar!
Aquí una idea que a pesar de ser un clásico, nunca falla a la hora de ofrecer un aperitivo a nuestros invitados. Podemos echar mano de esta receta en cualquier momento del día, comidas o cenas, como entrante o plato principal también. Sencilla de elaborar, sin complicaciones, acompañando los langostinos con 3 deliciosas salsas que hoy os proponemos.
Es una receta clásica de las majestuosas mesas navideñas, pero no hacen falta excusas para repetirlas en cualquier momento del año. Ideal para cualquier evento o celebración. Las 3 salsas son muy sencillas de elaborar, con ingredientes de lo más accesibles para cualquiera y los langostinos no tenemos más que comprarlos ya cocidos.
Información nutricional sobre el producto destacado:
El rey de esta receta sin duda alguna es el langostino, en esta ocasión, cocido. Es un ingrediente que no necesita grandes florituras para triunfar, su delicioso sabor habla por sí mismo. En esta receta no hay más que saltearlos con unos ajos para templar y realzar su sabor y listo.
En este plato, el langostino es el que nos aporta esa proteína tan necesaria en nuestra dieta diaria. Pero, además, podemos sin duda alguna destacar su contenido en vitaminas y minerales esenciales para el funcionamiento del organismo. Entre otros, algunas vitaminas del grupo B y la vitamina E y minerales como el magnesio, sodio, selenio y el hierro.
Como bien sabemos, también son ricos en purinas, cuyo consumo excesivo podría elevar los niveles de ácido úrico en sangre. Si el consumo de los langostinos o cualquier otro marisco es moderado será suficiente para mantener los niveles de ácido úrico a raya.
Para la sálsa tártara:
Para la salsa picante:
Para los langostinos: