Para las judías verdes con jamón: laminamos los dientes de ajo y, en una sartén con aceite de oliva, los doramos ligeramente junto con taquitos de jamón.
Incorporamos las judías verdes previamente escurridas, salpimentamos y rehogamos el conjunto durante unos minutos. Reservamos en el plato que más nos guste.
Para el huevo escalfado en flor: disponemos papel film en un vaso o recipiente similar, cubriendo el interior del mismo. Añadimos un huevo, lascas de parmesano, tomillo, sal y pimienta y cerramos formando un saquito.
En una olla con agua hirviendo, introducimos los saquitos y cocinamos durante 4 minutos aproximadamente. Disponemos el huevo en flor en el centro del plato sobe las judías, terminamos con aceitunas negras picadas y…¡listo para disfrutar!
Si piensas que comer saludable está reñido con cocinar en poco tiempo, aquí tienes una receta perfecta para improvisar en esos días locos sin dejar de lado una alimentación saludable.
Es un plato principal bien estructurado, ya que tiene un buen aporte de verduras, junto con proteínas de calidad. Podríamos añadir algún hidrato de carbono si queremos un plato más denso a nivel calórico. Por ejemplo, para mantener el tardar poco tiempo en cocinar, podríamos hacer patatas al microondas.
Tenemos una fuente de proteínas por parte de los huevos, el queso y los taquitos de jamón. También tenemos un aporte de grasas saludables por parte tanto del aceite de oliva como de las aceitunas.
Al llevar una ración importante de verduras, no es necesario acompañar el plato, aunque con las verduras siempre hablamos de un consumo mínimo, pero se pueden aumentar sin problemas siempre que apetezcan.
Información adicional sobre el ingrediente destacado:
En esta receta, podemos destacar a las judías verdes. Estos frutos inmaduros de plantas leguminosas son muy versátiles porque se aprovechan casi por completo, ya que podemos consumir en torno al 90%. Por un lado, guardan la semilla que luego consumimos y que tiene un aporte interesante tanto de carbohidratos como de proteínas. Por otro lado, se aprovecha la propia vaina, que es el ingrediente principal de esta receta. Suelen utilizarse cocidas o hervidas, podemos conservarlas muy bien, por lo que son un excelente recurso para tenerlas en la despensa listas para consumir cuando tengamos prisa.
A nivel nutricional, tiene una cantidad importante de fibra y agua. Destaca por su contenido en vitamina C, yodo y folatos.