Ponemos los garbanzos a remojar en agua templada desde la noche anterior con un puñado de sal y los dejamos remojando un mínimo de 12 horas. Después del remojo, enjuagamos bien los garbanzos.
Picamos el puerro y los dientes de ajo en trozos muy pequeños y los doramos en una olla con 3 cucharadas de aceite de oliva.
Rallamos los tomates y los añadimos, sin restos de piel, a la olla cuando el puerro y el ajo estén dorados y cocinamos todo junto unos minutos para que reduzca el tomate.
A continuación, agregamos el jamón serrano y la carne y seguimos cocinando durante unos minutos más hasta que la carne empiece a sellarse. Agregamos la hoja de laurel, el tomillo y el pimentón y removemos.
Agregamos los garbanzos remojados, echamos agua hasta cubrir los garbanzos y tapamos la olla.
Cocinamos durante 1 hora y media.
Cortamos la calabaza entera en trozos cuadrados de aproximadamente 1 dedo de grosor, sin quitarle la piel y los agregamos a la olla. Removemos y dejamos cocinar durante 30 minutos. Si fuera necesario ir añadiendo más agua para que no se quede sin líquido y no se peguen los garbanzos.
Una vez que los garbanzos estén tiernos, comprobamos el punto de sal y dejamos reducir el agua con la olla destapada, hasta que quede con el punto de líquido deseado. Este plato de garbanzas se sirve con poca cantidad de líquido.