Cortamos el queso en porciones y lo calentamos con 100 ml de nata hasta derretir y enfriamos durante 10 minutos en un bol aparte.
Una vez fría la mezcla, montamos el resto de la nata y mezclamos ambas partes realizando movimientos envolventes. Reservamos en frío en un biberón durante 1 hora aproximadamente.
Cortamos los espárragos por la mitad: las puntas las abrimos transversalmente sin llegar hasta el otro lado y la parte inferior las cortamos en pequeños dados. Partimos también en pequeños dados el salmón y mezclamos ambos.
Rellenamos las puntas con la mousse de queso, disponemos encima la mezcla anterior y decoramos con sucedáneo de caviar y unas hojitas pequeñas de perejil. Acompañamos con un aliño triturado de pistachos, aceite y vinagre y… ¡a disfrutar!
El ingrediente principal de esta receta son los espárragos. A pesar de que estos presentan un bajo contenido energético, contienen gran cantidad de agua, nutrientes y antioxidantes, que ayudan a combatir el envejecimiento celular. Además, contienen mucha fibra, por lo que son perfectos para regular el tránsito.