Para el couscous, calentamos el caldo a punto de hervor y lo disponemos en un bol con el couscous. Removemos y dejamos reposar tapado 10 minutos para que se hidrate. Pasado el tiempo, añadimos un poco de aceite y removemos suavemente.
Picamos muy pequeño los pimientos, el calabacín, la zanahoria y la cebolla. En una sartén sofreímos todas las verduras y salpimentamos. Incorporamos las verduras sofritas al couscous y removemos para integrar.
Para la gallineta, en un bol mezclamos el zumo de limón junto con el aceite de oliva, el ajo picado, perejil, sal y pimienta. Colocamos los filetes de gallineta y dejamos marinar durante 30 minutos refrigerado.
En una sartén a fuego medio alto, añadimos aceite de oliva y colocamos los filetes de gallineta. Cocinamos unos 2 a 3 minutos por lado o hasta que estén dorados y cocidos.
En un plato añadimos una base de couscous y encima el filete de gallineta. Decoramos con un poco de juliana de zanahoria y calabacín sobre el filete y… ¡listo para disfrutar!
Puede que no se nos ocurra cómo incluir el couscous en el día a día, al ser un alimento menos cotidiano de la gastronomía española, por eso os dejamos una receta sencilla. Este plato, es una opción de plato completo, ya que contiene una buena ración de verduras, junto con una buena fuente de hidratos por parte del couscous. Para completarlo, tenemos el aporte de proteínas por parte de la gallineta. Podríamos usar una opción vegana como es el tofu que tiene una textura similar, y si lo envolvemos en alga nori, tiene un sabor marino similar.
Aunque la base de este plato puede parecer que es el couscous, podemos considerarlo la guarnición del ingrediente principal que es la gallineta. Es un pescado menos conocido, también conocido como cabracho. Este pescado blanco, aporta una ración de proteína de alto valor biológico, así como vitaminas del grupo B como B1, B2, B3, B6, y vitaminas A y D. Sin olvidar el aporte de potasio, fósforo y magnesio.
Para el couscous
Para la gallineta
Para la decoración