Calentamos el agua en una olla a fuego medio hasta que esté tibia y removemos con la levadura hasta que se disuelva. Disponemos la harina y la sal en un bol y mezclamos poco a poco con el agua hasta obtener una mezcla homogénea.
Amasamos bien la masa, tapamos y dejamos reposar durante 30 minutos. Le damos 4 pliegues sobre sí misma y dejamos reposar otros 30 minutos. Repetimos el proceso tres veces más y la reservamos en frío en un bol engrasado durante 24h.
Cortamos la masa en función del tamaño del que queramos la pizza y la estiramos en forma redondeada sobre un papel de horno espolvoreado con harina.
Disponemos la salsa que vayamos a utilizar en el centro y horneamos a 200º durante 8 minutos. Añadimos el resto de toppings y volvemos a hornear a 200º durante 10 minutos más y…¡Ya está lista para disfrutar!
Para la masa: