Comenzamos salpimentando el pescado y lo añadimos en una bolsa de vacío junto con el zumo de limón, la mantequilla y el caldo. Sellamos la bolsa en la envasadora con la función WET (alimentos húmedos) y SOFT (alimentos sensibles a la presión).
Cocemos el bacalao en una cazuela con agua a 60º durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, retiramos el pescado de la bolsa y con la ayuda de un colador pasamos los jugos a un bol. Emulsionamos hasta obtener una salsa brillante y le añadimos el tomillo.
Para las verduras, cortamos la cebolleta en pequeñas porciones. Colocamos en una bolsa de vacío los guisantes, los espárragos y la cebolleta junto con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta. Sellamos la bolsa en la envasadora con la función SOFT.
Cocemos las verduras en una cazuela con agua a 85º durante 8 minutos. Pasado ese tiempo, retiramos la bolsa y colocamos las verduras en un plato. Añadimos el bacalao, un poco de salsa por encima. Terminamos con unos rabanitos laminados, ralladura de limón y… ¡a disfrutar!
La clave para el sous-vide radica en ajustar la temperatura del agua en función del alimento y el punto de cocción deseado. Por ello lo ideal es utilizar un termómetro de cocina para medir la temperatura del agua con precisión.
El sellado al vacío permite cocinar los alimentos en su propio jugo, logrando un sabor más intenso. Si deseas un toque extra, puedes añadir otros ingredientes en las bolsas, como ajo, especias o hierbas.
Utilizar una envasadora al vacío te permite preparar tus menús con días de antelación y facilitar la planificación semanal de comidas. Es una opción ideal para quienes tienen poco tiempo para dedicar a la cocina diariamente.
Comer saludable, rico, y cocinar en poco tiempo sin ser un chef experto es más sencillo de lo que parece. Esta receta es la muestra de ello. Tenemos una receta con un aporte de proteínas de calidad por parte del bacalao, que además contiene una gran ración de verduras, lo que hace de ella un plato perfecto como comida principal. También tenemos el aporte de grasas saludables por parte de la mantequilla y el aceite de oliva. Podemos hacer un plato más denso a nivel calórico, siempre que lo necesitemos, añadiendo algún hidrato de carbono. A esta receta le irá muy bien una guarnición de patata hervida o asada, así como de cuscús, quinoa o arroz. A priori es una receta apta para personas con celiaquía, pero siempre es aconsejable revisar las etiquetas para confirmar que no pueda existir una contaminación cruzada.
El bacalao, es un pescado blanco muy común en la gastronomía española, destacando por su sabor neutro y textura jugosa. También ayuda, como en la mayoría de pescados blancos, que es sencillo quitar las espinas, por lo que podemos tener lomos de bacalao listos para cocinar. A nivel nutricional, es fuente de proteínas de alto valor biológico. Aunque su contenido graso, como todos los pescados blancos, es bajo, tiene un pequeño aporte de omega 3. Es fuente también de vitaminas y minerales como calcio, fósforo o vitamina D, B1, B6 o B9, entre otras.
Para el bacalao
Para las verduras