Para el risotto, calentamos agua en una cazuela y diluimos la pastilla de caldo. Mantenemos el caldo a temperatura, sin dejar que llegue a ebullición. Picamos la cebolla fina y la pochamos en una cazuela con aceite.
Troceamos las setas y las añadimos en la sartén. Sofreímos el conjunto, disponemos el arroz y lo removemos bien. Comenzamos a añadir el caldo poco a poco hasta cubrir el arroz, esperando a que el líquido se reduzca para echar más y removiendo el arroz con frecuencia.
En este punto condimentamos con una pizca de sal y pimienta. Cuando el caldo se haya absorbido, añadimos el queso rallado e integramos. Dejamos reposar 5 minutos el risotto con la cazuela tapada. Servimos en un plato con unas lascas de queso por encima y un poco de tomillo.
Para la ensalada, cortamos la manzana en láminas finas y la mozzarella en porciones. En un cuenco, disponemos un poco de la ensalada y añadimos la manzana formando unos abanicos.
Colocamos la mozzarella y las aceitunas bien distribuidas. Preparamos la vinagreta, mezclando el aceite de oliva junto con el vinagre y una pizca de sal. Removemos hasta formar una emulsión y añadimos unos hilos por encima de la ensalada y…¡a disfrutar!
Os traemos una receta sencilla para cualquier comida y cena. Es una comida principal ya que, partimos con una buena ración de verduras, junto con un plato principal. A nivel nutricional, tenemos fuentes de hidratos de carbono por parte del arroz. Tenemos proteínas de alto valor biológico por parte de los quesos, tanto en el risotto y en la ensalada. A priori, tenemos un plato apto para persona con celiaquía, aunque deberíamos revisar que el resto de ingredientes no puedan contener gluten. Podríamos usar un queso vegano a partir de frutos secos, para sustituir en el risotto y tener una receta vegana En la ensalada podríamos usar un tofu marinado.
En esta receta, el ingrediente principal es el arroz. Es una buena fuente de hidratos de carbono complejos. Siempre se recomienda usar las opciones integrales, para aumentar el consumo de fibra, aunque es cierto que en algunas elaboraciones no queda igual, ya que el tiempo de cocción es más largo. También es una buena opción para personas con celiaquía, ya que son opciones sin gluten y no tenemos que buscar alternativas a las que se le retiran, ya que suelen ser más costosas. También nos aporta vitaminas como B3, B6, B1 y ácido fólico. En cuanto a los minerales, también aporta magnesio y potasio.
Para el risotto de setas:
Para la ensalada: